sábado, 27 de octubre de 2012

Te invito a ser feliz, yo pago.


Te espero a las ocho en el portal de enfrente ,
entre la calle nunca  
y la avenida siempre.

Te espero disfrazada de Diciembre,
asique ven sin abrigo,
que te sobran mis manos
para olvidarte del frío.

Ven puntual
que quiero enseñarte los vicios
por los que me gusta naufragar.

Tráete un par de cervezas,
para brindar por los idiotas
que deciden vivir el momento.  

Hoy quiero beberme la razón,
fumarme el corazón
y dejar que los grados de alcohol
decidan sobre el colchón.

Tráete una maleta con tus peores intenciones
que quiero esparcilas por mi cama
y enseñarte los tesoros
que guardo entre mis sabanas.
Es un sitio sin reglas y ventanas
donde las miradas tienen ganas.

Tráete el bote de jamases que tanto me gusta.  
Que hoy quiero convencer al mundo
de que contigo me  sobra la ropa.
Y que conmigo te sobra todo lo que va después
de un yo te quiero,
y yo,
también.



Te espero a las ocho en el portal de enfrente , entre la calle nunca  y la avenida siempre.

martes, 9 de octubre de 2012

Dime qué llevas puesto. Empieza por lo que no hace falta que te quites.

"- Hola cariño. 
No digas nada. 
Me da igual si te pillo mal. 
Tú calla y goza.
Ahora que andamos tan lejos, aunque olemos tan cerca. 
Ahora que este par de ojos atropellados y otros tantos dedos inyectados en sangre han marcado tu número sobre mi móvil resbaladizo. 
Ahora sabrás por qué esta mirada entornada no la usa la buena gente. 
Ahora comprobarás por qué esta saliva enjaulada ya no debe quedarse aquí. 
No me pongas cara de princesa, que estoy hablando de ti.
Nos vamos a reír de tanta corrección estéril. 
De tanto hacer el amor. 
De tanta hipócrita que dice que no la chupa, porque, en realidad, no la sabe chupar.
Hoy es mi sucia boca la que va a llenarte este cuerpazo tuyo de palabras viscosas.
Hoy es mi puro vicio el que quiere viciarse contigo. 
Hoy no existe desvío hacia el cariño, ni cabe ningún piropo, hoy lo mínimo es llamarte guarra, y tú nombrarme cabrón. 
Dile a tus oídos que se abran de patas, pídele a mi lengua que se corra en todos tus “no”. 
Y es que no sé si te habrás dado cuenta, niña, pero hace ya un rato que esto se nos va de las manos. 
Y en algún momento de incómoda distancia, a ellas tenía que volver. 
Ponte cómoda, estés donde estés. 
En una mano, mi poca vergüenza. 
En la otra, todas las tuyas. 
Y así, repartida y repatriada, prepárate para jadearle bien fuerte a la señora Nokia y al señor Vodafone. Que se pongan cachondos de sólo oírnos. 
Que acaben fuera de cobertura, ellos que pueden, a nuestra salud.
Dime qué llevas puesto. 
Empieza por lo que no hace falta que te quites.
Háblame ininteligible, balbucéame de guarradas, que transpiren todos tus poros, que yo, desde aquí, pueda oírte lubricar.
Hazme un hueco en tu apretada lengua. 
Dale algo bien duro con lo que jugar. 
Hazte diosa metida a puta.
Hazte perra venida a más. 
Y ahora que me tienes bien empapado, ahora pide por esa boquita, y dime que necesitas de este sexo, al que te has vuelto adicta, del que no puedes más. 
Dímelo, háblamelo, cuéntamelo todo si es que te atreves....

- Supongo que quieres hablar con mi hija. 
Está conduciendo...."
                                                                                                             Risto Mejide.