martes, 6 de mayo de 2014

Están los polvos, los hombres y después, tu nombre.


"Hay quien llama distancia a la falta de deseo, 
quien usa la palabra platónico para camuflar su cobardía. 
Hay quien mantiene el silencio, por temor a que lo que salga de su garganta 
sea un nombre que ya debería haber olvidado. 
Están los que se escandalizan con ciertas palabras,"coño, polla, follar, semen,"
como si su existencia estuviera basada en el acto de frotar dos piedras.

Estáis los que pedís la verdad a gritos
ignorando estúpidamente que jamás podríais soportarla. 
Los que pensáis que al tener
esa ingrata habilidad de saber pedir perdón sin despeinaros
ya os da todo el derecho de poder hacernos daño. 

Los que habláis de imposible por que no fuisteis capaces. 
Los que llamáis soledad a la incapacidad de estar con nadie. 
Los que decís te quiero mirando a los ojos porque en ellos veis vuestro propio reflejo. 
Esos seres perfectos que culpan al destino de sus errores y llaman intuición a cada acierto.
Esos que piensan que tener orgullo es más importante que tener a alguien. 

Vosotros que os habéis quedado con la duda eterna por temor a la respuesta, 
que confundís esperanza con optimismo, 
que al dormir solo lo apodáis nostalgia. 

Ustedes que miden el ego en centímetros, 
el amor en tiempo en lugar de en suspiros, 
el tiempo en minutos y jamás en pulsaciones. 
Que lanzan una promesa como un globo olvidando que pesa como una roca, 
que al tamaño de unas tetas prominentes lo llaman amor a primera vista. 

Todos esos que vais de cuerdos 
cuando la peor locura es parecer demasiado sensato, 
los que llamáis inteligencia al simple hecho de citar a algún escritor 
que de saber de vuestras palabras se hubiera hecho de ciencias. "

                                                                                                       Ernesto Pérez Vallejo


Porque están esos, aquellos, vosotros y lo poco que queda de mi.
Porque están los polvos, los hombres y después, tu nombre.





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