martes, 27 de enero de 2015

Houston, tenemos un poema.


No quiero palabras.
He pasado demasiado tiempo
rimando lo que nadie
me supo decir.
No necesito que ordenes letras
que hagan que el invierno
se vuelva primavera
en mis mejillas.

No busco compromiso.
He visto demasiados cabrones
disfrazados de azul.
Y a Romeos farsantes
jurando amor eterno
entre cinturones anchos
y piernas sin candado.

No hace falta
que marques el calendario
y señales una fecha
para recordar que ahí
empezó algo.
Porque ¿sabes qué?
No quiero
ser lo que los cuentos
quieren que seamos.

Porque no quiero 
un " Érase una vez",
quiero un viernes cualquiera
borracho de excesos.
Un sábado de resaca
en cualquiera de mis lunares.
Y un domingo dormido
como no,
en mi ombligo.

Porque no quiero que digan
Que somos almas gemelas.
Quiero que sepan que somos
como el día y la noche.
Pero vaya noche, la de aquel día.

Porque no quiero cuentos de (n)adas.
No quiero amores farsantes.
Prefiero vivir el momento
Y no seguir mas normas
que las dicte mi almohada.

Porque no quiero que seamos
novios, colegas o pareja,
no voy a buscar nombres o etiquetas.
Cuando al final somos, 
lo que el tiempo deja.

Así que no,
No quiero comer perdices.
Quiero comerte a versos
mientras escondes besos
en los límites de mis caderas
y acabas pidiendo ayuda
por haberte rendido a la locura.

Por haber dejado
a la prosa en paro.
Por haberle creado
a la poesía un problema.
Por confesarle a Houston,
Que tenemos un poema.




No hay comentarios:

Publicar un comentario