domingo, 22 de enero de 2012

Que suenen los aplausos

La sala estaba abarrotada, las butacas reservadas desde hacia meses, la sala oscura y callada esperaba con intriga el final de la obra. Todos estaban impacientes por ver como concluiría nuestra historia. Quien rompería esquemas, quien escondería miradas, quien ganaría este juego de orgullo e ironía, quien se quitaría antes el sombrero, quien tiraría la piedra y escondería la mano, quien se arriesgaría a dar el primer paso, quien se quitaría la mascara y robaría un beso, quien sentenciaría toda una historia, quien se atrevería a escribir ese punto y final.

Ya lo decían las criticas, el final seria, como todo en nosotros, inesperado. Fue breve, directo. Como diría Sabiana “Dijo hola y adiós, y el portazo, sonó como un signo de interrogación”. Así, se cerró nuestro telón.

1 comentario:

  1. Con cada entrada estoy más enamorada de ti.
    Me donas un poco de esa gracia tuya al escribir? GRACIAS

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