Sólo y todo instante.

Y tú, mientras corre la vida
y se enreda el destino. 
Mientras cambian las caras
y se arrugan los niños. 

Tú, 
tú seguirás siendo la única seguridad en mi vida. 
“Seguirás sin exigir tu cambio,
como hasta ahora. 
Seguirás al otro lado de mis cosas, 
como hasta siempre. 
Con la distancia prudencial 
del que viaja todo el trayecto 
por el carril de al lado, 
exactamente a la misma velocidad, 
seguramente hacia cualquier destino 
menos el mío.”

Seguirás siendo 
una de esas cosas inexplicables en la vida. 
Seguirás siendo un motivo de alegría. 
Serás mis ojos 
cuando me ciegue el orgullo. 
Mi boca 
cuando me inunde el silencio. 
Mis pies 
cuando tropiece en el camino. 
Mi esperanza 
cuando todo parezca perdido. 
Seguirás siendo tú, 
y con eso, 
es más que suficiente.