miércoles, 2 de mayo de 2012

¿Quien me ha robado el mes de abril?


Cuando te hipotecan el orgullo. 
Cuando del teléfono deja de sonar. 
Cuando los bares colecciona soledad. 
Cuando el silencio se convierte en tu canción. 
Cuando las dudas apagan la emoción. 
Cuando los trenes se equivocan de cuidad. 
Cuando quiero que vuelvas, y tu sin embargo, te vas. 
Cuando regalan cobardía. 
Cuando sube el precio de las noches y se regatean abrazos. 
Cuando ya no sabes que probar porque nada te quita esta sed.
Cuando el limón y la sal ya se vuelven parte de tu piel. 
Cuando lo único que besas, son cigarros. 
Cuando solo acaricias rencor. 
Cuando todo esto es culpa de un adiós.

Me canse de vivir en diferido. 
Ya ves, solo necesitaba un poco de valor 
para enterrarte en kilómetros de alcohol. 

Necesité quererme poco y mal para entender que
 “nada es tan urgente, 
nada tan importante, 
nada merece más la pena 
que el instante que tenemos delante
y el siguiente
y la oportunidad de hacerlo diferente.”

Bonne Voyage.

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